Dos y uno
Dos bocas de fuego
Que un mismo deseo abrazan
Se aproximan y, al besarse,
Forman una sola llama.
Dos lágrimas de tristeza
Que a tiempo una sonrisa arranca,
Y en el espacio se encuentran
Y armoniosas se abrazan.
Dos pasiones que vienen juntas
A morir sobre la playa
Y que al romper se coronan
Con un penacho de plata.
Dos razones del corazón
Que con miedo se levantan
Y, al juntarse allá en el cielo,
Se refuerzan y descansan.
Dos vidas que al par flotan;
Dos manos que se entrelazan;
Dos voces que se confunden;
Esas son nuestras dos almas.
Valentina
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